Cuando adquirimos una perrita por primera vez una de las dudas más frecuentes es acerca del comienzo de su celo, que síntomas tiene, cuánto tiempo dura esta etapa o los medios que existen para eliminarla ya que para muchos propietarios resulta molesta por el cambio de comportamiento de su mascota.

 

  El primer celo de la perra o pubertad suele producirse cuando llegan al 90 por ciento de su crecimiento pero puede variar dependiendo de la raza: las razas pequeñas alcanzan antes la pubertad, entre los seis y diez meses de edad mientras que las razas grandes tardan más en finalizar su crecimiento y pueden tener su primer celo entre los 12 a 18 meses de edad.

  Las perras suelen tener dos celos al año, es decir aproximadamente un celo o ciclo cada 6 meses de media. Ahora bien a medida que la perra envejece el intervalo entre un celo y otro puede aumentar y los síntomas de celo ser más leves pero los celos nunca desaparecen. Es importante vigilar el periodo entre celos a lo largo de la vida de la perra y si observamos alteraciones en su regularidad debemos acudir a nuestro veterinario de cara a detectar algún problema reproductivo.

  El ciclo sexual de una perra tiene cuatro fases diferenciadas por su duración y por los diferentes síntomas que presenta:

M Proestro: se produce el sangrado vaginal y la vulva aumenta de tamaño. Suele durar unos 10 días de media donde la perra orina con más frecuencia y los machos se ven atraídos pero la perra no es receptiva y no se deja montar. Este periodo es fácil de reconocer por el propietario pero hay perras que se lamen constantemente la vulva y puede que no consigamos ver el sangrado y el celo nos pase inadvertido.

M Estro: esta es la fase de celo verdadero. Se observa una disminución del sangrado vaginal y la perra es receptiva al macho dejándose montar. Este periodo dura aproximadamente entre cinco y diez días y en él se produce la ovulación, por lo cual es el momento idóneo para que la perra se quede preñada en el caso de existir una monta.

M diestro: dura unos dos meses aproximadamente. En este periodo la vulva vuelve a su tamaño normal, la perra ya no será receptiva y en el caso de que haya habido cubrición se desarrollará la gestación.

M anestro: es el periodo más largo del ciclo sexual y es una fase de reposo donde no hay actividad ni síntomas hasta llegar al siguiente ciclo o celo.

  Para los propietarios lo que realmente reconocemos como celo son las dos primeras fases (proestro y estro) donde la perra muestra comportamientos que a veces pueden ser molestos (sangrado vaginal, marcaje con orina, menor apetito, inquietud…), todo esto unido al deseo de no tener descendencia plantea la necesidad de buscar soluciones.

  La esterilización en las perras es el método más recomendable y definitivo para el control de la reproducción ya que carece de efectos secundarios y a su vez evita patologías de ovario y útero e incluso mamarios cuando su edad es avanzada. También existen fármacos hormonales que evitan que la perra tenga el celo durante un periodo de tiempo pero usados a largo plazo tienen efectos secundarios sobre su aparato reproductor. La edad ideal para la esterilización es la pubertad, no es cierto que afecte a su crecimiento al igual que tampoco es cierto que la perra necesite al menos tener un parto para que no desarrolle quistes mamarios u ováricos. Por el contrario en el caso de desear tener descendencia de nuestra perra la edad más adecuada para su cubrición es a partir del segundo o tercer celo momento en el que la perra estará completamente desarrollada y así evitar problemas en el parto.