Estuvieron al frente de la residencia de mayores ‘La Inmaculada Concepción’ durante los últimos 32

Las Hijas de la Caridad se despidieron de Villalpando el pasado 15 de septiembre tras 139 años servicio a la localidad y de cuidado a los más mayores. Fueron muchos los villalpandinos que quisieron acompañar a sor Eugenia, sor Dionisia, sor Almudena, sor Teresa y sor María Jesús en la misa de despedida, que ofició el obispo de Zamora, Gregorio Martínez, en la iglesia de San Nicolás.

Las Hijas de la Caridad o Congregación de San Vicente de Paúl llegaron a Villalpando, al Hospital del Spiritu Santo, cofradería de clérigos y seglares fundada a finales del siglo XII. En concreto, el día 21 de noviembre de 1879, para dedicarse al hospital y, posteriormente a la enseñanza.

Siempre estuvieron ahí, en la plazuela de San Nicolás, en el viejo edificio, salvo un paréntesis de unos cinco meses, de marzo a agosto de 1936, cuando la gestora municipal de Izquierdas las desalojó de ese edificio. Se trasladaron a la casona de ’Los Periquitos’, en la Calle del Condado, incendiada en 1957.

Cuando se implantó la E.G.B. y comenzó a funcionar el Colegio Comarcal, hubieron de cerrar el suyo y marchar del pueblo. Ello ocurrió, con gran disgusto de todas las gentes, el 8 de agosto de 1971.

Volvieron, con gran alegría y gracias a las gestiones de la alcaldesa en aquel momento, Carmen Allende, cinco monjas para hacerse cargo de la Residencia ‘La Inmaculada Concepción’, el 2 de Septiembre de 1986.

Ahora, tras 32 años de servicio a los ancianos, la orden envía a las religiosas a distintos destinos. Una decisión que se debe a la falta de vocaciones y que desde hacía meses ya se sabía en el pueblo.

La residencia de mayores ‘La Inmaculada Concepción’ de Villalpando, dependiente de la Fundación que lleva el mismo nombre y que cuenta con 40 empleados, mantiene su finalidad es dar una asistencia integral y continuada a las personas mayores bajo una nueva dirección.