La celebración superó en poder de convocatoria a anteriores años

Texto: Justino Rodríguez

Una fiesta que comenzó hace unos pocos años sin más pretensión que el despedir de alguna manera a los veraneantes habituales u ocasionales, ha pasado a ser una de las más concurridas del calendario festivo. Y en éste, que ha superado en participantes a las ediciones anteriores, el ayuntamiento ha ampliado el calendario de actos para dar una mayor brillantez a la festividad. El día elegido también ha cambiado este año para que no coincidiera con los días de más fiestas del mes de agosto ni que fuera una fecha muy tardía cuando algunos veraneantes habrán abandonado el pueblo.

Todo comenzó el sábado día 18 con una animada disco móvil en la plaza a la que acompaño el buen tiempo. El día grande, domingo 19, se comenzó con una solemne misa en una abarrotada iglesia que además coincidió con el cabo de año de un vecino querido; más tarde un excelente refresco que ofreció el ayuntamiento y que sirvió el hostal Mª Victoria. Por la tarde a la piscina y a disfrutar de otro baño para los más pequeños en la fiesta de la espuma. Un chocolate con churros cerró los actos de esta fiesta, ya para siempre vinculada al verano, a los veraneantes y como no, a los vecinos del pueblo.