Fotografías: LAURA AGUADO
Un año más cientos de personas acudieron a la ermita de la Virgen de Cabo para honrar a su patrona. Tal y como manda la tradición algunos vecinos levantaron el pendón ante la imagen para hacer la señal de la cruz. Una emotiva costumbre que esta vez llevaron a cabo cinco fieles.
A continuación, tuvo lugar la procesión acompañada por la música de dulzaina. Una jornada festiva que aún tenía mucho que decir, ya que durante la tarde el pueblo cumpliría con el rito del toro enmaromado, que reunió a cientos de aficionados del territorio.
Villafrechós está viviendo unas multitudinarias fiestas de la Virgen de Cabo, en las que no están faltando los festejos taurinos, disco móviles y macro discos, eventos culturales y gastronomía.
La localidad despedirá mañana martes sus fiestas con la santa misa en memoria de los difuntos, comida de peñas y festejo de la vaca enmaromada.






















