Kirei es una palabra japonesa que hace referencia a ‘hermoso’ o ‘limpio’. Puede usarse tanto para describir la apariencia de algo agradable a la vista como para referirse a aquello ordenado o limpio. Es una palabra común en el japonés cotidiano y se utiliza para elogiar tanto a personas como a objetos o paisajes. Un término que a pesar de lo exótico resuena ahora con fuerza en plena Tierra de Campos y en el corazón riosecano. Desde hace dos meses la Calle Mayor cuenta con un nuevo centro de estética donde darse un descanso y dejar que otros te mimen.

Irene García Vázquez es la encargada de dar vida a este nuevo espacio de belleza y conseguir el sueño de abrir su propio centro. Porque Kirei, además de ser una palabra que coincide en letras (‘k ire i) en su parte central con el nombre de pila de la joven emprendedora, «aglutina conceptos que trato de llevar a cabo todos los días en mi trabajo», reconoce.

La riosecana lleva vinculada al mundo de la estética desde que terminó sus estudios en el instituto. Entonces, «tuve claro que mi formación iba a estar centrada en el mundo de la belleza y la estética». Así que no dudó y comenzó sus estudios en el centro de enseñanza Revlon Professional. Su formación continuó en la Escuela de Masaje Manual de Dra. Sagrera Ferrandiz, que proporcionó a Irene los conocimientos y habilidades sobre técnicas de masaje natural; a la vez que comenzó a trabajar en diferentes centros de estética de su ciudad y de otros lugares.

La idea de abrir Kirei «nace hace poco más de un año», cuenta. Son muchas las oportunidades profesionales a lo largo de toda su carrera profesional y que «me han servido para tener una experiencia en diferentes campos de la estética que han sido decisivas para dar el salto a abrir mi propio negocio». Aunque eso de ser su propia jefa supone un antes y después porque «significa tener el control total sobre las decisiones y objetivos». Irene ha aportado su esencia al proyecto del que gestiona todos los aspectos, «desde la planificación hasta la ejecución». Sin olvidar, «la posibilidad de crecimiento personal y profesional, así como la oportunidad de definir tu propio éxito y equilibrio entre la vida laboral y personal».

Reconoce que el camino hasta abrir el local «ha sido muy sencillo, ya que el Ayuntamiento de Medina de Rioseco me ha brindado su ayuda y disposición para poner en marcha el proyecto en tiempo récord». Asimismo, su familia ha sido una parte muy importante en el trayecto hasta su puesta en marcha. «Tengo la suerte de contar en mi familia con profesionales del mundo de la construcción que han convertido este espacio en un lugar tremendamente agradable y confortable». Misión cumplida. Kirei destaca por ser un lugar en el que la creatividad fluye en armonía con el bienestar para ofrecer un remanso de tranquilidad. Y es que aquí la belleza se cuida en un ambiente relajante, donde el arte del cuidado personal se combina con técnicas innovadoras para brindar una experiencia única de rejuvenecimiento y paz, tanto para el cuerpo como para la mente.

DIFERENTES SERVICIOS

La riosecana cuenta con diferentes servicios de estética que se relacionan con la manicura, la pedicura, el masaje manual y la depilación,  además de la presoterapia y los tratamientos faciales y corporales. En relación a estos últimos « la tecnología que ofrece Indiba es totalmente beneficiosa tratándose de tratamientos indoloros e invasivos y con unos resultados tremendamente efectivos».

Un trato profesional y cercano es uno de las claves de su éxito. Su mejor herramienta, sus manos; pero ha contado a su vez con la más alta tecnología que existe hoy en día «para cumplir sus deseos». Kirei es centro oficial Indiba, que cuenta con técnicas punteras. Así pues, dispone de un tipo de radiofrecuencia que funciona como un tratamiento regenerador que proporciona el rejuvenecimiento de la piel y otros tejidos. Un servicio que se «se encuentra entre los más demandados». Aunque «evidentemente, la manicura y la pedicura son servicios que centran el día día de mi trabajo».

A pesar de haber abierto hace unas pocas semanas «la andadura es verdaderamente positiva». Por ello, Irene reconoce «estar muy feliz y agradezco enormemente la confianza que las personas han puesto en mi». Una clientela que «corresponde principalmente a mujeres entre 25 y 50 años, aunque se acercan personas de cualquier edad». Muchas son vecinas de Medina de Rioseco, pero también de pueblos de alrededor. Incluso, ha habido quien «reconoce haber recorrido muchos kilómetros para probar los servicios que ofrezco», subraya.

Con la mente puesta en el día a día «mis esfuerzos se centran en dar el mejor servicio profesional y de calidad en todos mis tratamientos estéticos». Si bien, la riosecana tiene clara la importancia de seguir con su formación, que «es unas de mis inquietudes actuales». Su futuro más inmediato: « por abrir mi centro de estética todas los días con la misma ilusión y pasión que hasta ahora lo he hecho».