Fue el colofón a las obras de restauración del templo, que arrancaron en el pasado mes de enero
El cardenal arzobispo emérito de Sevilla, Carlos Amigo, consagró el pasado sábado el nuevo altar de la iglesia de Santa María de Villabrágima. Fue el colofón a unas obras que arrancaron el pasado mes de enero con el fin de eliminar humedades.
Durante las tareas de renovación “comprobamos el mal estado del presbiterio; entonces decidimos hacer un nuevo altar de piedra fijo, tal y como establecen las normas del concilio”, explica el párroco de Villabrágima, Francisco Casas.
Carlos Amigo presidió la misa con la presencia de los sacerdotes Francisco Casas y Francisco Javier Boada. Durante la eucaristía el cardenal recordó “lo bonito” de consagrar un templo y su altar; pero hizo hincapié en que lo fundamental es “lo importante es quién lo habita, que es Jesucristo”.
Los trabajos de renovación del templo incluyeron unos nuevos bancos en la capilla y la colocación de una sargas o grisallas del siglo XVIII, cuya autoría pertenece a unos maestros de Tordehumos.