El Ayuntamiento de la localidad organizó el evento en el que Carnicería El Arco y Asociación La Peña colaboran

La matanza del cerdo es una de las fiestas tradicionales más arraigadas en los pueblos de la comarca. En este tipo de reuniones populares nunca pueden faltar elementos comunes que unen tanto a los habitantes del lugar como a los visitantes, y que no pueden ser otros que los productos derivados del marrano y la bebida.

Una fiesta que coincide con los meses más fríos del año y que el Ayuntamiento de Villabrágima recuperó en 2018 por con gran éxito de participación. En esta ocasión “hemos vendido el doble de papeletas, cerca de 500, lo que supone doblar la cifra de asistentes del pasado año”, explica la alcaldesa de la localidad, Noelia García.

La actividad arrancó sobre las 11.30 horas en la Plaza Mayor con el destazado y elaboración de embutidos, que llevó a cabo el carnicero de ‘El Arco’ Ceci, junto Roberto, Garci, Alfonso, Juli, Álvaro y Roberto. Fue precisamente este último el encargado de explicar paso a paso el proceso ante la atenta mirada de decenas de curiosos que se dieron cita en torno a esta tradición.

Al mismo tiempo, las mujeres de la Asociación ‘La Peña’ preparaban las jijas, que los comensales degustaron más tarde junto a huevos fritos, otra de las novedades de esta edición. Limonada, vino o agua fueron las bebidas que acompañaron a esta fiesta gastronómica tan arraigada.

Asimismo, la música de los dulzaineros Los Zarabandos puso aún mas la nota tradicional al evento, gracias al patrocinio de los bares de Villabrágima, que también ofrecieron el café y el postre.

Al final de la jornada tuco lugar el sorteo de dos medios marranos, dos jamones y una cazuela de barro.