Un regalo. Así define Miguel García Marbán la oportunidad que la Junta Local de Semana Santa le brinda de pronunciar el pregón. Será el sábado 12 de abril y reconoce que prefiere no pensar demasiado en el momento para así evitar posibles nervios.
Pregunta. ¿Cómo recibió la noticia de que iba a ser pregonero de la Semana Santa de Rioseco?
Respuesta. La verdad es que la recibí con una grandísima sorpresa, pues era algo que no me esperaba. Nunca pensé que podría llegar a ser pregonero. Este nombramiento ha sido un maravilloso regalo porque para un riosecano es todo un honor el poder ser el protagonista de un momento tan especial de nuestra Semana Santa.
P. Una vez conocida la noticia, ¿qué supone para usted ser el pregonero de la Pasión riosecana?
R. El ser riosecano y cofrade carga a esta encomienda de una gran presión y responsabilidad, ya que voy a hablar de su Semana Santa a aquellos que son y hacen esa Semana Santa, por eso supone un gran honor, orgullo y alegría. Sea como sea, me quedo con la reacción de los riosecanos, con gran cariño y afecto, con cientos y cientos de abrazos, felicitaciones y enhorabuenas, a las que se han unido otros muchos WhatsApp y mensajes en redes. Algo que te llena el corazón de alegría, porque te reconforta sentirte tan arropado.
P. ¿Cómo se encuentra en las semanas previas al pregón? ¿Hay nervios, entusiasmo o un poco de todo?
R. Por ahora estoy tranquilo, aunque con temor por saber si lo que voy a decir es lo que tengo que realmente quiero expresar, si va a llegar a todos los que asistan al pregón. En lo que respecta al día del pregón, casi prefiero no pensar demasiado en ello, porque me imagino que será un momento de muchos nervios y emociones; aunque también, de una mezcla de alegría por el honor, pero de tristeza por los que no están.
P. ¿En qué se ha inspirado para este pregón?
R. En especial en mi condición de riosecano y de cofrade; en el amor por la ciudad que me vio nacer y su Semana Santa, el que me inculcó desde la infancia mi padre, Antonio García Concellón, quien me inscribió en la Hermandad de la Flagelación, como años después hice yo con mi hijo.
P. ¿Puede darnos algún avance sobre los principales puntos de su pregón?
R. Son tantas y tantas las cosas que quiero transmitir que no sé por dónde voy a empezar. En todo caso, quiero que sea un pregón de la emoción y la vivencia de alguien que lleva casi 60 años viviendo nuestra tradición. Emociones y vivencias que unen a todos los riosecanos en su particular memoria colectiva. Será también la oportunidad para devolver un poco a Medina de Rioseco y su Semana Santa todo lo que me ha dado.
P. Hermano de La Flagelación, ¿tendrá algún detalle hacia su cofradía?
R. Desde luego. Como cualquier riosecano, mis vivencias de la Semana Santa han sido en el seno mi hermandad, con su paso, sus actos particulares, con sus cofrades.
P. ¿Puede desvelar qué imagen presidirá su pregón?
R. Mi deseo es que presida mi querido paso de Nuestro Señor de la Columna, el que tantas veces he llevado a hombros, como lo han hecho tantos cofrades de la hermandad desde que se fundara en 1814. Un deseo que ya he hecho saber a la cofradía para que tengan a bien concederme este gran honor y privilegio.
P. ¿De dónde surge su fervor cofrade?
R. Como suele ocurrir en Medina de Rioseco, es algo que yo no elegí, me vino por tradición familiar a través de mi padre, como al resto de mis hermanos en un relevo generacional al que ya nos siguen mi hijo y mis sobrinos y sobrinas, siendo en la actualidad 12 cofrades. Ingresé en la hermandad hace 48 años, con el honor de ser mayordomo en 1994. Una cofradía en la que he desempeñado los cargos de tesorero y secretario, este último coincidiendo con la conmemoración en 2014 de nuestro bicentenario, para el que mi hermano Fernando y yo escribimos una edición especial de nuestra historia.