Librerías y bibliotecas de la comarca parecen tener claro que el libro físico, no desaparecerá
Leemos todos los días. A todas horas. Inconscientemente. La información nutricional de las cajas de alimentos, las señales de tráfico, la factura de la electricidad, las vallas publicitarias. Conscientemente. Una novela de Gabriel García, La mar de campos, el muro de Facebook o los resultados de una búsqueda en búsqueda en Facebook. Somos más lectores que nunca.
Pero desde hace tiempo utilizamos esa vieja palabra, leer, para nombrar un acto que está en transición. Que no es lo que era. La lectura está cambiando y, con ella, nosotros, los lectores.
Desde hace tiempo planea la idea de la desaparición del libro físico con los correspondientes desvelos de editores, libreros o bibliotecarios. Pero parece que esas predicciones –que hace no tanto sí se cumplieron con el disco de música- no acaban por hacerse realidad. Y una buena prueba es la celebración del ‘Día del Libro’. Una cita que abarrota cada año las calles y librerías de Urueña, ‘La Villa del Libro’. También Rioseco –y muchos de los pueblos de alrededor- parece vivir una edad de oro en relación a la lectura; y es que más de 40 personas no faltan a su cita semanal con el libro gracias al Club de Lectura ‘Ventura García Escobar’. También en esta misma ciudad el índice de participación en los distintos actos conmemorativos de este día fue muy positivo.
Librerías y bibliotecas de la comarca parecen tener claro que el libro físico, tal y como lo conocemos hoy en día no va a desaparecer, “al menos en un periodo corto de tiempo”, explica el gerente de la Librería ‘Bécquer’, en Medina de Rioseco. Y es que “el libro en papel tiene muchos adeptos y el digital no ha cumplido las expectativas que se generaron”. Aunque matiza que el perfil del usuario del eBook “se corresponde con personas de grandes ciudades, como Madrid o Barcelona, que se mueven mucho y que así pueden llevar en un formato de muy poco peso una gran variedad de títulos; situación diferente a la de los vecinos de la zona”.
Isaac García, responsable de la Librería ‘El Grifilm’ de Urueña, también tiene claro que las nuevas tecnologías no sustituirán a lo físico: “los formatos digitales son mucho más efímeros y se deben actualizar cada ocho y diez años, mientras que el papel dura más de 500”. Además, “hay publicaciones raras o descatalogadas que no se editan en eBook; en el caso de nuestro negocio, tratamos de recuperar esas obras difíciles de encontrar”. Capítulo aparte merece la poesía, que “es para leerla en papel, formato que expresa en este sentido un valor añadido, en formato digital pierde un montón”, asevera.
Y es que “las estadísticas decían hace tres o cuatro años que el eBook iba a estar mucho más implantado, pero la realidad dice que no lo está tanto”, señala el responsable de la también librería de Urueña ‘Páramo’, Víctor López. “Yo creo el formato digital va a convivir con el libro físico, porque a mucha gente le gusta verlo y tocarlo”.
Algo que dentro de poco ocurrirá en la Librería Municipal ‘Ventura García Escobar’ de Medina de Rioseco. Su responsable, Isabel Presa, avanza que “pronto este espacio contará con libros digitales, algo que ya ocurre en Valladolid”. Así, los socios “se podrán descargar los títulos en sus soportes digitales aunque éstos, desaparecerán de la memoria pasados un tiempo, al igual que si se tuviese que devolver un libro”, explica.
Si bien parece claro que las publicaciones en papel tienen el futuro asegurado, al menos en los próximos años, “las librerías pueden desaparecer”, afirma la dueña de ‘Chaplín’, en Medina de Rioseco. “La gente cada vez compra menos libros, ya sea por la crisis o el e-book; a lo que debemos unir las cada vez menos ayudas de las Instituciones para la adquisición de libros de texto”.
El alto precio de los libros parece ser un factor determinante que ha repercutido en el bajón en ventas que el sector experimenta desde los últimos años. Y es que “el libro es caro”, asegura Manuel Cuenca. Pero es que “es un artículo que cuesta producir y mucha gente participa en su proceso de producción”, comenta Víctor López. “A la gente no le suele doler gastarse el dinero en copas o comida pero invertir en cultura cuesta mucho más”, añade.
Pero “aunque bajase el precio de los libros, creo que no se vendería más”, señala Cuenca. En este sentido, el gerente de ‘Páramo’ explica que “el sector del libro viejo y de segunda mano -al que pertenece su negocio- muestra un incremento en sus ventas en los últimos años”; ya que en las estanterías de estas librerías “hay títulos a partir de los 2 o 3 euros, un precio mucho menor en comparación con un ejemplar nuevo, que puede costar alrededor de los 20 euros”.
Esta disminución de ventas a nivel general ha provocado un cambio en la industria del libro. “Se publica mucho y malo –sólo es salvable un 10 por ciento al año- porque a las editoriales les sale rentable hacer tiradas cortas de muchos títulos”, explica Manuel Cuenca. “Hay grandes libreras que sacan 200 obras distintas por mes”, añade.
Pero sin duda, las bibliotecas públicas son una magnifica opción ya que “por cero euros el usuario se puede hacer con una novedad”, dice Isabel Presa. Además, en el caso de Medina de Rioseco se aúna el contar con un gran espacio con más de 28.000 títulos para unos 2.300 socios, “lo que permite que la gente no tenga que esperar para llevarse el título que desee”. Algo que no ocurre en las bibliotecas de las grandes ciudades, “que es muy difícil hacerse con un nuevo título”. En ‘Ventura García Escobar’ tenemos socios de lugares como Palencia porque para ellos es más sencillo llevarse una obra de aquí”.
¿Se lee?
Algo parecen tener claros los profesionales del mundo del libro: a la gente le continúa interesando leer a pesar de las grandes opciones de ocio y entretenimiento que están a nuestro alcance. “Las personas continúan leyendo, al igual que siempre, en especial aquellos que tienen el hábito de hacerlo”.
Aún así, “los adultos tienen poco tiempo para la lectura”, dice el responsable de ‘Becquer’. Además, “estamos en una zona en donde las personas no trabajan ocho horas y punto, aquellos que realizan tareas en el campo, dedican mucho tiempo y energías a las distintas tareas, por lo que al final del día lo que más les apetece es llegar a casa y tirarse en el sofá”.
Isabel Presa explica que “Rioseco es un pueblo muy lector, al igual que los pueblos de alrededor”. Y es que “aunque cuentan con el bibliobús, que acude a los distintos municipios cada dos semanas, también se acercan a la biblioteca, porque tienen mucha afición”.
Entre los adultos, los tan de moda clubes de lectura juegan un papel muy importante. Los miembros del club ‘Ventura García Escobar’, “una vez que leen a un autor y le conocen se pican y continúan con la búsqueda de más títulos suyos”. Además, “existen los casos de personas que no habían leído nunca hasta participar en la actividad y ahora leen incluso varios libros al mes”, añade.
“Los niños son más lectores”, asegura Manuel Cuenca. La gerente de ‘La Boutique del Cuento’, en Urueña, Ana Fernández, explica que “por lo general los más jóvenes sí que leen, aunque tienen una ase que se pierden un poco con las videoconsolas”. Presa señala que “entre los 11 y 14 años disminuye entre los más jóvenes el interés por la lectura, pero después, a aquellos a los que les gusta la lectura, la retoman”.
Géneros
Entre los adultos, el interés por los distintos géneros literarios “va indistintamente”, comenta Isabel Presa. En los últimos años “se notó un aumento en la novela policiaca, ciencia ficción y misterio mientras que la rosa disminuyó”. En concreto, “ahora mismo se esta leyendo mucho los libros policíacos nórdicos, que tienen un desarrollo algo distinto al tradicional”. También, “apuestan por la narrativa española”, añade Cuenca.
Entre los niños hasta los diez o 11 años “gustan mucho los libros de ‘Gerónimo Stilton’, ‘El Diario de Greg’, ‘Diario de Nikki’’ y en general sobre terror o fútbol”, explica Ana Fernández. Para los pequeños “es muy importante lo visual, por eso gustan mucho las obras pop-up o aquellas que traen pasatiempos o incluso olores”, añade.
Además, “hay clásicos, como ‘Los Cinco’, que se han vuelto a reeditar, pero no les atrae y gusta más a sus padres», dice la gerente de ‘La Boutique del Cuento’. También “gustan mucho los libros en inglés –dice Presa-, en parte porque gracias a los profesores de los distintos colegios se hace mucho hincapié en este aspecto”.
Asimismo, en esta franja de edad “es muy importante el fomento de la lectura”, asevera Isabel Presa. Por ello, “Se lleva a cabo en Rioseco la actividad ‘La aventura de leer a partir de mayo’, las propias lecturas en relación al ‘Día del Libro’ o una obra de teatro en la biblioteca para los pequeños de la guardería, en la que reciben su carné, para crear el hábito desde edades muy tempranas”. “Hay padres que fomentan la lectura hacia sus hijos desde bebés”, apunta Ana Fernández.
Adolescentes
A partir de los 12 años “los jóvenes leen sobre todo novelas juveniles actuales amorosas, policíacas y de aventuras”, afirma la responsable de fomenta de la lectura del I.E.S. Tierra de Campos, de Villalpando, Naira Salamanca. También, “gustan libros de aventuras clásicos actualizados”, señala Presa.
Por ejemplo “adaptaciones como ‘El Cid’ o ‘El Lazarillo de Tormes’ son más accesibles gracias al uso de un lenguaje actual”, dice. Naira Salamanca comenta que “en el instituto se hace un especial hincapié en la lectura y una hora por semana se lee una hora en la asignatura de lengua”. También, las distintas asignaturas organizan la lectura de textos temáticos”.