Villabrágima suspendió su procesión mientras que las de Rioseco y Villalpando acortaron su recorrido

Las lluvias volvieron a tomar protagonismo durante la tarde de ayer, Viernes Santo, en las principales procesiones de la comarca.

En Medina de Rioseco, la Procesión de la Soledad decidió salir a pesar de las previsiones de lluvia y una meteorología que había condicionado la recogida y desfile de gremios. A pesar de las gélidas temperaturas el Corro de Santa María se llenaba para asistir a la salida de la Crucifixión y el Descendimiento.

El ‘Longinos’ encabezó la marcha mientras que la ‘Escalera’ esperaba en la puerta de la iglesia de Santa María al Cristo de la Paz y el de los Afligidos. Ante la demora de estas dos imágenes decidió proseguir la procesión.

Cuando ambas tallas se encontraban en la Rúa Mayor la lluvia, que había avisado durante las horas previas, decidió hacer acto de presencia. El Longinos se resguardó en el Museo de Semana Santa de la Iglesia de Santa Cruz mientras que La Escalera continuó el recorrido pero de una forma más ágil a lo habitual, al marchar más atrás que la Crucifixión y haber cesado la lluvia. Poco después, ambas tallas coincidirían de nuevo en el Corro de Santa María para acceder al interior de su capilla y ponerse a salvo del agua.

Por su parte, el Cristo de la Paz y los Afligidos –tapado con plásticos- recorrerían sólo unos pocos metros para regresar rápidamente a Santa María, a causa de la lluvia. Asimismo, La Piedad, el Sepulcro y la Soledad no llegarían a salir en procesión.

En Villabrágima, la procesión ni siquiera llegaría a salir. Tras varios minutos en el interior de Santamaría, el párroco de la villa, José Ignacio Bueno, junto a las hermandades decidiría suspender la procesión. En la puerta varios fieles y cofrades se preguntaba si la marcha podría haberse iniciado ya que la lluvia paró, si bien, el cielo parecía indicar que la lluvia podría volver a aparecer en cualquier instante.

Villalpando, que ya había suspendido su procesión del Jueves Santo, sufrió menos lluvias que Rioseco o Villabrágima. Sin embargo, la amenazaba de precipitaciones estuvo muy presente durante toda la tarde. Finalmente, la Junta Local de Semana Santa decidió que la Procesión del Santo Entierro saliera desde San Nicolás. Si bien, los cofrades acordaron hacer un recorrido corto que iría hasta la Plaza Mayor, en donde tendría lugar el Sermón, para volver por San Pedro. Asimismo, las bajas temperaturas condicionaron una marcha, que atrajo a menos fieles que en otras ocasiones.