Los gerentes del emblemático negocio, con raíces en Villardefrades y unos 170 años de historia, se muestran muy agradecidos a su clientela

Carnicería Amando de Castro, uno de los negocios más emblemáticos de toda la comarca, cierra sus puertas tras dos generaciones en Urueña, y dos antes en Villardefrades. En total, alrededor de 170 años en los que sus carnes y embutidos han estado presentes en las mesas y cocinas de un sinfín de vecinos de Campos y Torozos. El motivo no es otros que la jubilación de sus dueños, Amando de Castro y Marifé García. “Por edad y tras muchos años de gran carga de trabajo dejamos la empresa y nuestros dos hijos tienen cada uno su profesión y no quieren continuar con el negocio”, cuentan a La mar de campos.


Amando continuó el legado de su padre, Mariano, que llegó a Urueña con tan solo 26 años para despachar la carne que traía en un carro con su caballo, hasta que se estableció definitivamente en Urueña, mientras que el resto de sus hermanos lo hacían en otras localidades. Ahora, tras 44 años al frente de este despacho, tanto él como su mujer no pueden evitar sentir pena por el cierre. “Nuestra clientela lo siente muchísimo y nos dicen que no saben en dónde comprarán ahora la carne y embutidos, pero ya no podemos dar marcha atrás”.


Y es que la pareja se siente muy agradecida a sus vecinos de Urueña, pero también de muchos pueblos de los alrededores e incluso otros más alejados como Zaratán y de ciudades como Valladolid, Bilbao o Barcelona. “Han sido personas muy fieles a nuestros productos, que incluso acudían a comprar cuando los accesos a la villa, eran deficientes, hace varias décadas”, recuerda Marifé García.

Gran aceptación de sus embutidos
Hasta su establecimiento se acercaban antaño a por la carne para elaborar los típicos productos de la matanza, “hasta que comenzamos a elaborar nuestros propios embutidos, que tuvieron una gran aceptación, sobre todo el chorizo”, explica Amando de Castro.


Reconocen que echaran de menos su carnicería, porque “no es fácil pasar de un volumen de trabajo alto en un negocio artesanal de este tipo, que requiere muchas horas, a tener tanto tiempo libre, como será a partir de ahora”. Por el momento, “tenemos idea de viajar a Inglaterra para ver a nuestra hija, y después disfrutaremos de nuestro tiempo libre entre Valladolid y Urueña”.


Para el alcalde de Urueña, Francisco Rodríguez, “el cierre de un negocio con tanta solera supone una gran pérdida para los vecinos de Urueña, pero también para los de muchas localidades cercanas, que cada día se acercaban al pueblo para comprar en este comercio”.
Aunque el despacho de Amando baja la persiana en Urueña, el legado de los de Castro está muy vivo ya que descendientes de la familia mantienen sus carnicerías en las localidades de Toro, Vezdemarbán, Villaralbo, Castronuño, y San Román de Hornija.