La festividad del Corpus Christi durante la presente semana ha motivado al Museo de San Francisco de Medina de Rioseco a exponer en el centro del crucero de la antigua iglesia conventual franciscana la bella custodia de Antonio de Arfe de su colección permanente, obra del prestigioso platero de 1554.

La imposibilidad de que este domingo salga en procesión por las calles de la Ciudad de los Almirantes como ha hecho durante siglos, supondrá un nuevo motivo para disfrutar de una pieza única. Encargada a Arfe por la cofradía del Santísimo Sacramento de la iglesia de Santa María, la custodia se caracteriza por su delicada estructura arquitectónica y exquisita ornamentación de estilo plateresco, así como el refinamiento de sus relieves y esculturas de bulto redondo.

La custodia adopta la forma de un templete de cuatro cuerpos, todos ellos de planta cuadrada. Consta de basamento decorado con relieves de pasajes del Antiguo Testamento, sobre el que se eleva el primer cuerpo, que es el de mayor riqueza ornamental. Lo integran cuatro arcos de medio punto y cuatro esbeltas torrecillas salientes de tres cuerpos cada una en los ángulos. Los cuerpos inferiores de estas torrecillas cobijan figuras de los Doctores de la Iglesia. El interior de este primer cuerpo lo ocupa el sensacional grupo del Arca de la Alianza transportada a hombros por cuatro levitas, precedidos por el rey David tañendo su arpa.

Más sencillo y desornamentado es el segundo cuerpo, donde se aloja el viril. Se compone de cuatro pilastras con estípites adosados, y se decora con figuras de los evangelistas en el centro de cada lado, ángeles músicos en los ángulos. El tercer cuerpo lo integran cuatro pilastras estriadas, alojándose en su interior una imagen de la Asunción de la Virgen. El último cuerpo es un diminuto templete con columnas abalaustradas, que aloja en su interior una campana y remata con una cruz, añadida por el platero vallisoletano Zúñiga en el siglo XX.

La contemplación de esta obra maestra hace pensar en las procesiones del siglo XVI cuando las paredes de la iglesia de Santa María se cubrían de tafetanes, el suelo de hinojo, espadaña y espadaña y se entoldaban las ventanas, puertas y postes de las casas por donde pasaba la custodia. Junto a la custodia, expuesta con los varales para ser portada a hombros, se muestra, como si de una procesión se tratara, una cruz procesional de plata principios del siglo XVI y una cruz de altar y juego de candelabros del siglo XVIII. Todo el conjunto se podrá visitar hasta el domingo 21 de junio.

La iniciativa se enmarca dentro de la actividad La Pieza de la Semana, que lleva a cabo el Museo de San Francisco, gestionado por el Ayuntamiento de Medina de Rioseco, desde su reapertura con el fin de mostrar aquellas piezas que no están expuestas o las que, perteneciendo a su colección permanente, no se pueden visitar al haber quedado en las zonas a las que el visitante no puede acceder al no poder guardarse la distancia de seguridad.

Las visitas, que son gratuitas hasta que se completen las distintas fases del plan de desescalada, tienen un horario, de martes a viernes, de 17 a 20 horas; los sábados, de 11 a 14 horas y de 17 a 20 horas, y los domingos, de 11 a 14 horas. Las visitas son libres con aforo restringido de 20 personas, siendo obligatorio el uso de mascarilla y de gel hidroalcohólico. Todos los visitantes entrarán cada semana en un sorteo de un lote de productos de Alimentos de Valladolid.