La localidad no falto a este rito a pesar de la amenaza de lluvia y el viento

El mal tiempo no impidió que Villalpando celebrara ayer el entierro de la sardina por cuarto año consecutivo. Pasadas las 17.30 horas de ayer, miércoles de cuaresma, un buen número de vecinos se reunían en la Plaza Mayor de la localidad a la espera de que llegara la sardina. Momentos después, aparecían las viudas con sus compungidos rostros, que entre falsos llantos y real alegría se han vestido con sus mejores galas de luto para seguir esta tradición.

Así pues, vecinos de todas las edades acompañaron al cortejo fúnebre hasta la Plaza del Yeguarizo. La celebración finalizó con un chocolate con galletas, que despidió oficialmente el Carnaval hasta el próximo año.