Sanidad podría mantener los consultorios cerrados hasta octubre

Las localidades de los pueblos del territorio exigen en una carta a la consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado, la reapertura de los consultorios locales, cerrados por el coronavirus tras decretarse el estado de alarma. La alcaldesa de Villabrágima, Noelia García, explica que “el coordinador de la zona de salud de Medina de Rioseco nos comentó en una reunión que teníamos que comprar mascarillas y dosificadores de hidrogeles desinfectantes, que debían instalarse en los consultorios, ya que previsiblemente el lunes se abriría el de Villabrágima”. Pero nada más lejos de la realidad. “Para esa mañana había dos personas citadas, que tras esperar en la puerta tuvieron que regresar a sus casas, porque nadie se presentó”, añade.

Y parece que este tipo de carencias sanitarias podrían prolongarse hasta octubre, “algo de lo que nos hemos enterado a través de los medios de comunicación”, reconoce la alcaldesa de San Pelayo, Virginia Hernández. El consultorio de la localidad pertenece a la zona de salud de Tordesillas, cuyo responsable es precisamente el médico que acude una vez a la semana para atender a los pacientes de la villa. “Es contradictorio, porque él mismo nos comunicó que iba a realizar la atención”.

Por su parte, el edil de Urueña, Francisco Rodríguez, reivindica que “haya un criterio igual” para todas las zonas. En la zona básica de salud de Mota del Marques los consultorios no han reabierto; pero en un pueblo como Palazuelo de Vedija, que pertenece a la de Villafrechós, se ha atendido a pacientes la semana pasada. “Somos conscientes de que debíamos centrarnos en parar la pandemia del Covid-19, pero no solo existe esa enfermedad”. En el municipio “hay personas mayores que llevan tres meses sin tomarse la tensión, y sin tener contacto directo con el doctor”. En este sentido, Virginia Hernández subraya que los consultorios locales “son fundamentales para atender a buena parte de la ciudadanía que no dispone de vehículo para desplazarse a otro centro de salud”. Incluso “renovar la receta electrónica es complicado; pacientes de San Pelayo han tenido que llamar a Tordesillas por este motivo y han tenido que esperar 20 o 30 minutos al teléfono, o incluso alguno no ha logrado que le atendieran”. Así pues, “la presencia médica en los pueblos es muy importante porque ofrece una función sanitaria, pero también social”. Gracias al contacto directo “puede saltar la alarma de si algo va mal con la persona”.