Ambos formaron parte del instituto riosecano desde su creación en 1994
Texto: JUSTINO RODRÍGUEZ
Ayer, 13 de enero, los administrativos de siempre del Institutito Campos y Torozos de Medina de Rioseco, Juan Carlos Sánchez y Celia Carpintero, abandonaban el centro para iniciar una nueva etapa en sus vidas al obtener la jubilación. Debido a las restricciones propias de la pandemia, el Instituto no pudo despedirles como se merecían y el acto se limitó a un pequeño homenaje en el recreo, guardando todos los protocolos, en el cual la directora Henar Negro, en nombre de todos los componentes del IES y en el suyo propio les dedicó unas palabras de agradecimiento por su enorme labor en todos sus años de trabajo en el centro y les deseó lo mejor para la nueva etapa que ahora comienzan. En ese mismo acto se les entregaron unos muy merecidos obsequios que ellos agradecieron cono una disimulada emoción.
La vinculación de Juan Carlos con la enseñanza en Medina de Rioseco data de 1981 cuando comenzó su labor como administrativo en el antiguo Instituto de Formación Profesional que entonces estaba ubicado en el edificio que hoy ocupa el hotel Vitoria Colonna. Más tarde, ya en el edificio actual, siguió desempeñando su labor en el Instituto de Bachillerato y más tarde en el Instituto de Educación Secundaria. Celia Carpintero se incorporó al puesto de administrativa del Instituto de Formación Profesional de Medina de Rioseco en diciembre de 1985 y al igual que su compañero formó parte del Instituto de Educación Secundaria desde su creación en 1994 hasta ayer.
Durante ese largo periodo de actividad profesional de ambos, han sido mucho los alumnos y compañeros que han pasado por el centro y pueden dar fe de su profesionalidad y buen hacer. Por eso, algunos de ellos, ayer enviaron mensajes de reconocimiento y agradecimiento por su excelente labor y trato personal que siempre dispensaron, lamentando no poder estar presentes en ese importante día.
Vaya desde aquí también mi agradecimiento personal por todo lo que me ayudaron en los largos años en que trabajamos y convivimos juntos en el instituto, donde me demostraron, además de su excelente buen hacer, su enorme humanidad y cariño. Un abrazo y a disfrutar de vuestra merecida jubilación.