El Centro e-LEA de la Villa del Libro de Urueña acogerá la muestra ‘Palabras y cosas en la obra de Delibes. Utopía Rural’ durante los próximos dos años

En 1975 Miguel Delibes ingresó en la Real Academia Española de la Lengua y brindó un discurso ecologista cuando este término aún no se había inventado. Antes, en 1960, habló sobre la España vaciada, un concepto tan habitual a día de hoy en los medios de comunicación y en las charlas. Ya entonces el escritor vallisoletano pretendía “llamar a las cosas por su nombre”, reconocía en el libro de César Alonso de los Ríos  ‘Conversaciones con Miguel Delibes’.

Ese amor hacia el lenguaje y la naturaleza inunda la exposición ‘Palabras y cosas en la obra de de Delibes. Utopía Rural’, que el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, el presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, la presidenta de la Fundación Miguel Delibes, Elisa Delibes y el comisario de la exposición, Joaquín Díaz, inauguraron ayer en el Centro e-LEA Miguel Delibes de la Villa del Libro de Urueña.

Se enmarca dentro de los actos del centenario del nacimiento de Miguel Delibes y será la exposición permanente de la Villa del Libro durante los dos próximos años. Se trata de un recorrido por la obra del escritor vallisoletano a través de más de un centenar de objetos y enseres del mundo rural castellano citados en sus obras.

La exposición está organizada por la Junta de Castilla y León, a través de Tierra de Sabor, cuenta con la colaboración de la Fundación Joaquín Díaz, la Fundación Jorge Guillén y la Diputación de Valladolid, con el patrocinio de Grupo Entrepinares y la participación de la Fundación Miguel Delibes y el Ayuntamiento de Urueña.

Durante la inauguración de la exposición Jesús Julio Carnero apuntó que “el objetivo es mostrar una amplia selección de los de vocablos referidos al mundo rural, desde las labores agrícolas y ganaderas a las labores manuales, así como al modo de vida que ha definido a los castellanos durante siglos”. Palabras y objetos que Delibes sabía se encontraban en peligro de desaparecer, sin ser sustituidas por otros términos y que salva en cierta medida del olvido al incluirlas en sus obras.

Un lenguaje que tenía “una gran importancia” en casa de la familia Delibes, reconoció su hija y presidenta de la Fundación Miguel Delibes, Elisa Delibes. Recordó que su padre no hablaba de los árboles, arbustos o aves de manera genérica y se refería a ellos por el nombre de sus especies. “Era el mundo que le interesaba, el de la literatura y la naturaleza”, explicó. Así pues, “esta muestra representa lo más auténtico de su persona”.

Trece salas y dos capítulos

La exposición está dedicada a uno de los aspectos más valorados de la obra del escritor vallisoletano: la relación entre las palabras y los objetos que estas definen, sobre todo en un entorno rural amenazado por los rápidos cambios sociales. A ello se ha referido Conrado Íscar al señalar que la exposición muestra “palabras y objetos que representan una parte esencial de nuestra cultura que, como tantas veces señaló Miguel Delibes, estaba desapareciendo delante de nuestros ojos sin ser sustituida por nada mejor”.

Organizada en dos capítulos, La Magia de los Objetos y Las Palabras que Identifican, se reparte en un total de trece salas repartidas por las dos plantas del Centro e-LEA. El recorrido se inicia desde la planta de calle, donde se encuentran las primeras seis salas, todas ellas correspondientes a La Magia de los Objetos, y que recorre ámbitos como Los rigores del entorno, El simbolismo, Su uso, El trabajo, El cultivo y La Tierra. Ya en la planta baja, el capítulo se cierra con las salas dedicadas a la Selección del fruto y Las medidas. Por su parte, Las Palabras que Identifican se distribuye en cinco salas más: Los nombres y los motes, Los oficios, La invención, La naturaleza habla y Los sones de una vida.

El visitante puede hacer un profundo recorrido por el lenguaje de Miguel Delibes a través de 94 paneles, 16 vitrinas y más de un centenar de objetos y enseres mencionados por el autor en sus obras, acompañados de las referencias literarias en la propia obra del escritor y con enlaces a través de códigos QR que permiten acceder a más de 30 contenidos multimedia. Un contenido “realmente llamativo en el que descubrir objetos y palabras que pueden desconocer incluso aquellos que han vivido siempre en el medio rural”, aseguró Conrado Íscar.

Por su parte, el comisario de la exposición, Joaquín Díaz, apuntó que “la muestra rescata más de un centenar de palabras de las novelas de Miguel Delibes”.  En total, la lengua española cuenta con más de 290.000. De ellas, “una persona normal usa cerca de 300”. Cada palabra del lenguaje “tiene su propio ámbito e historia y Delibes advirtió que determinados vocablos de sus novelas desaparecerían pasado el tiempo sin se sustituidas por otras, al igual que los objetos que designaban serían comidos por el polvo “. Al escritor vallisoletano le apasionaba más quienes decían esas palabras que los sonidos mismos con que se pronunciaban”.

Para el director del Centro e-LEA, Luis Enrique Valdés, «con esta exposición Joaquín Díaz ha retomado la intención del escritor, salvar del olvido y la desaparición palabras y cosas que nos pertenecieron, que son patrimonio nuestro que se quedará dormido o será arrastrado para siempre por el ímpetu de los nuevos tiempos”. Este año se llevarán un gran número de iniciativas en torno a Delibes pero “no cabe duda de que esta es una de las más peculiares y de que Urueña es su enclave ideal”.  Así pues, “como todo lo que se hace por preservar la memoria de los pueblos, esta exposición es muy necesaria.»

Durante la inauguración de la muestra estuvieron presentes los diputados provinciales David Esteban e Inmaculada Toledano; el director de la Fundación Jorge Guillén, Antonio Piedra; el alcalde de Urueña, Francisco Rodríguez; y el de Tordehumos, Agapito Bravo.