Sin medias tintas, sin miedo ni culpa, miles de almas se echaron ayer a las calles de Medina de Rioseco con total entrega para compartir un Jueves Santo repleto, que no dejó ni un centímetro cuadrado libre en algunas de las vías de la ciudad.

Fue una tarde de sol y temperaturas cálidas, lo que no dio pie a que los diez conjuntos históricos de la proecesión del Mandato y la Pasión dudara en salir y bendecir así la ciudad después de dos años de espera. Y el Jueves Santo volvió a ser el de siempre, el de calles repletas de fieles, vecinos y turistas, el del desfile de gremios, el de la recepción en el Ayuntamiento por parte de las autoridades, el de ‘La Rodillada’ frente a la capilla del Arco Ajújar y el de la Salve.

Fue nuevamente el día en el que el fervor es multitudinario. Puntuales, los pasos salieron de la Iglesia de Santiago. Cientos de personas se emocionaron al ver al los diez conjuntos históricos partir en la procesión del Mandato. El tiempo acompañó e hizo que la Oración del Huerto, la Flagelación, Jesús Atado a la Columna, Ecce Homo, Jesús Nazareno de Santiago, la Santa Verónica, Jesús Nazareno de Santa Cruz, la Desnudez, Santo Cristo de la Pasión y Virgen Dolorosa discurrieran con lentitud por las calles. La espera había sido larga y había que saborear cada instante.

Los pasos subieron la Calle Mediana hasta llegar a al Corro de San Miguel. Desde allí, pusieron rumbo hasta la Rúa Mayor, escenario de muchas de las estampas más conocidas de la Pasión riosecana, y en donde los cofrades volvieron a escenificar la tan popular baile. Tras llegar a la Plaza Mayor, el Arco Ajújar esperaba impaciente a las hermandades, en donde un Jueves Santo más los cofrades realizaron la Rodillada. De nuevo, el Corro de Santiago acogía la llegada de los monumentos, que entraban en el templo jacobeo. Entonces se entonaba la Salve a la Virgen Dolorosa. En ese momento finalizaba un Jueves Santo, esta vez sí, sin sobresaltos y en el que las ocho cofradías completaron una jornada memorable que resurgió de las cenizas de la pandemia.