Tras más de dos años sin poder mostrar su devoción a causa de la pandemia, Villalpando vivió al fin un Jueves Santo con los que acostumbra. La sentida Semana Santa villalpandina ofreció a vecinos y visitantes que esperaban en las calles y plazas esas imágenes y momentos que tanto añoraban.
En una noche plácida abrió los días grandes la Procesión de la Última Cena. La comitiva, con decenas de cofrades que portaban los pasos y acompañada por cientos de fieles partió de la iglesia de San Nicolás pasadas las nueve y media de la noche. Salieron los pasos de Jesús Nazareno, Cristo Crucificado-Santo Entierro, La Dolorosa y La Soledad.
Tras pasar por Amargura y Plaza de San Andrés, llegó el momento que tanto añoraba la localidad, el del paso de las imágenes bajo la emblemática Puerta Villa. Al son de los tambores y las cornetas la marcha continuó por las calles Olleros, Plaza Feria, Condado, Plaza Santo Domingo, Amargura para finalizar de nuevo en San Nicolás.
Hoy se celebra la procesión del Santo Entierro en la que participan todos los pasos y que de nuevo partirá desde San Nicolás.