Deportistas del territorio nos cuentan cómo mantienen la forma en tiempos de cuarentena

El joven riosecano jugador del equipo de baloncesto Universidad de Valladolid es uno de los tantos ejemplos de deportistas que no saben con certeza si la competición regresará y cuándo lo hará. “El Campeonato Universitario de Baloncesto de España se iba a celebrar en Burgos del 20 al 24 de abril, pero todo parece indicar que no podrá llevarse a cabo», explica desde su casa en la Ciudad de los Almirantes, en donde pasa la cuarentena junto a su familia.

No solo el deporte del balón naranja se ve afectado, ya que “todos los campeonatos nacionales universitarios, que en esta ocasión iban a celebrarse en Castilla y León, se han aplazado». Ahora lo importante “es tratar de mantener el tono físico, algo que con fuerza de voluntad se puede hacer”. Tarea que no parece sencilla, porque el equipo universitario de baloncesto entrena cuatro días por semana en torno a dos horas y media, a lo que se suma el partido del fin de semana. “Es cierto que en casa no es lo mismo, y más aún para aquellos deportistas que viven en piso, que no pueden botar el balón, porque molestarían a sus vecinos, una ventaja que tengo al vivir en una casa”. A diario, “desalojo un poco el suelo y sobre la alfombra realizo una serie de tablas, que son muy sencillas de encontrar en la Red”. Pero además, “es habitual que tengamos alguna pesa y podamos completar los ejercicios, aunque nada que ver con esos grandes deportistas de élite que tienen gimnasios en sus propios hogares”.

Y aunque la forma se puede llegar a cuidar “el ‘feeling’ con el balón se pierde”, reconoce el joven. “No tocar tanto la pelota y tirar a canasta es fundamental y es un aspecto que a buen seguro notaremos a nuestro regreso a la cancha”. También esos posibles kilos de más, “de hecho, entre compañeros ya hemos comentado en tono de broma que vamos a comprobar quien se ha pasado más”. Aunque lo más importante es “no excederse cuando vuelva la normalidad; porque la cabeza puede pedir saltar pero si el jugador pesa más puede lesionarse la rodilla, por ejemplo”.

López, acostumbrado a una rutina semanal cargada de entrenamientos, clases y estudios, lucha ahora contra las horas muertas. “Internet hace más llevadero los días, al igual que el teléfono nos permite estar más cerca de los nuestros, los vídeos bajo demanda o esas partidas on-line contra amigos”.