Entrevista a la directora del I.E.S. Campos y Torozos

Natural de Baracaldo ha pasado su vida en Valladolid. Actualmente vive junto a su familia en Palazuelo de Vedija y cumplirá una década como profesora en el I.E.S. Campos y Torozos este curso. Desde su segundo año en el instituto es jefa del Departamento de Lengua. Ahora, como directora, se muestra ilusionada por los nuevos retos a los que se enfrenta.

Pregunta. ¿Cómo surge la posibilidad de ser directora del I.E.S. Campos y Torozos?

Respuesta. Surge porque buena parte del profesorado fue renovándose y cada vez había menos gente que conociera bien el centro. Resultó que era una de las profesoras más veteranas, así que cuando el anterior director, Felipe Martín, salió, decidí presentar mi candidatura. Tengo mucha ilusión y ganas porque el instituto lo merece, ya que los centros educativos del medio rural merecen las mismas oportunidades que los de las ciudades ya que ofrecemos la misma calidad. El profesorado del I.E.S. Campos y Torozos tiene tanto nivel como el de las capitales.

P. ¿Qué balance hace de su etapa como directora?

R. Muy positiva, porque aunque empecé mi andadura en etapa covid ya teníamos la experiencia del año anterior. Arrancamos el curso con expectativas de presentar proyectos como el ‘CoDICe TIC, certificación en la que logramos una valoración de más de tres puntos sobre cinco a final de curso. Un proyecto que se basa en el nivel de implantación de la nuevas tecnologías en el instituto. 

P. ¿Qué exige su nuevo cargo?

R. Exige mucha responsabilidad y estar pendiente de todo lo que ocurre en el instituto. Hay momentos complicados, como el inicio del pasado curso, ya que tuvimos dificultades con los ciclos formativos y la Formación Profesional Básica; estuvo en el aire que pudiéramos tener esos cursos porque había pocos alumnos. En ese aspecto estamos mucho más tranquilos porque hemos arrancado las clases con todo el profesorado. En cuanto a la parte académica, debo estar muy concentrada en cuanto a qué oferta ofrecemos, ya que a causa de la despoblación el número de alumnado es cada vez menor. Sin embargo, mantenemos tres líneas en cada curso hasta cuarto de la ESO, FP y el ciclo de Grado Medio de Administración y Empresas.

P. ¿Con cuántas matriculas cuenta actualmente?

R. El instituto tiene unos 350 alumnos de 34 pueblos, la mitad de Rioseco y el resto de la comarca. La cifra es similar a la del pasado año, pero el goteo de jóvenes baja con el paso de los años; de hecho, hace diez años teníamos un centenar más de estudiantes. A pesar de este descenso, los recursos se mantienen, con un total de 54 profesores. 

P. ¿Cómo ha arrancado el nuevo curso?

R. Tenemos mucho profesorado nuevo; en concreto, más del 70 por ciento de los docentes no formaban arte de la plantilla del anterior curso. Aunque pueda parecer complejo, en nuestro instituto estamos acostumbrados a que haya tanta movilidad. Además, contamos con un plan de acogida para que los profesores sepan cómo funciona el centro. 

P. ¿Cuáles fueron los resultados académicos de los jóvenes el pasado curso?

R. Fueron positivos, a pesar de que a mitad de curso se adelantó la evaluación final y se eliminaron los exámenes de septiembre. Tuvimos que adaptarnos y a partir del 10 de junio hubo un periodo de recuperación y las dos últimas semanas se realizaron las pruebas finales, que sustituían a los de después del verano. A pesar de lo precipitado del cambio,  los resultados fueron buenos. Tenemos pocos repetidores y la gran mayoría del alumnado logra pasar de curso.

P. ¿Cómo afecta el cambio de la Ley de Educación?

R. Supone un cambio de metodología, incluyendo elementos que antes no aparecían, como mapas competenciales. Esperamos que la adaptación sea sencilla ya que  el profesorado participa constantemente en cursos de formación. Además, en I.E.S. Campos y Torozos llevamos tiempo trabajando con las competencias e incluyendo diferentes formas de evaluación para que el estudiante tenga más opciones.

P. ¿Cómo de importantes son las nuevas tecnologías en la educación?

R. Las nuevas tecnologías tienen mucha presencia, pero hay que usarlas bien. Nos salvaron en la pandemia y en concreto, en Castilla y León funcionaron muy bien. Si bien es cierto que había varios alumnos de nuestro centro que no podían acceder a Internet por las dificultades de conexión en sus pueblos y otros por problemás económicos de sus familias. Sin embargo, hay que tener claro que estas herramientas no son una tabla de salvación y muchas veces la pizarra ayuda más. Hay que compaginar los recursos.

P. ¿Cuáles considera usted que son las herramientas para mejorar los resultados académicos?

R. Es nuestro campo de batalla. Buscamos diversificar los elementos de evaluación y que los jóvenes tengan muchas opciones de mejorar sus resultados en función de sus capacidades. Lo que está claro es que tienen muchas oportunidades y la mayoría de los que se esfuerzan y trabajan sacan el curso, aunque tengan alguna dificultad. El mayor problema es esa parte del alumnado que no quiere estar en el centro y está obligado a estudiar hasta los 16 años. En este sentido, contamos con un tres o cuatro por ciento de estudiantes que suspenden cinco o más asignaturas. 

P. ¿Cuál es el punto flaco de los estudiantes?

R. La lectura es lo que menos gusta a un alumno de secundaria. Por su parte, los teléfonos móviles y las redes sociales se han convertido en una gran distracción, algo de lo que los chavales son muy conscientes, aunque a su vez les es muy difícil dejar a un lado sus dispositivos.

P. ¿Qué importancia tienen las actividades extraescolares?

R. Nos ha costado recuperarlas porque han estado pausadas dos años por la pandemia. Como profesora de Lengua, me parece fundamental que salgan a conocer lugares emblemáticos o por ejemplo a ver una obra de teatro, algo que los chicos y chicas tienen que ver. 

P. ¿Cuál es la relación entre el centro y la familia?

R. La implicación depende de cada familia, pero en general obtenemos una buena respuesta de los padres. Aunque es verdad que contar con muchos alumnos de otros pueblos dificulta el acercamiento hasta el centro, aunque sí existe una relación positiva a través del teléfono o correo electrónico. Además, La Asociación de Padres ofrece un gran apoyo y nos ofrece actividades.

P. ¿Qué proyecto le gustaría poner en marcha?

R. Me gustaría fomentar el uso de la biblioteca para hacer otras actividades de los distintos departamentos durante los recreos y horas libres.