Más de 900 hectáreas de suelo fértil serán ocupadas por el Proyecto Navabuena Solar de producción de en energía fotovoltaica, lamentablemente no es el único que amenazada con la actividad que llevan desarrollando en la conocida Granja Escuela Las Cortas de Blas; ya que a este proyecto se le suman otros tantos como Pegaso Solar, Andarríos Solar y la Mudarra I y II entre otros, ocupando más de 2000 hectáreas.

Los propietarios del negocio Ricardo y Pady Miranda, lamentan la falta de planificación, participación y criterios ambientales en la instalación de estos macroparques de renovables.

Tras más de 20 años de trabajo como Granja Escuela, por la cual pasan unos 10.000 niños cada año, además de la explotación agroganadera y la quesería artesanal Las Cortas. Ricardo y Pady Miranda, temen por el futuro de su negocio, ya que estos proyectos afectarán directamente al entorno donde desarrollan sus actividades de educación ambiental, pastoreo y producción agrícola.

Alta preocupación por otros impactos aparte del paisajístico, pérdida de biodiversidad, altas temperaturas debido a las radiaciones de las placas solares, pérdida de suelto fértil y otras posibles afecciones al ganado y a la salud, como ya hemos visto hace poco en la granja de conejos Potosí, ubicada en Valverde de Campos.

Según uno de los propietarios de la Granja Escuela Las Cortas, Ricardo Miranda, el Ayuntamiento de Villalba de los Alcores está dispuesto a conceder el cambio de uso excepcional a la instalación fotovoltaica Navabuena, después de haberle entregado 168 firmas de personas presentando alegaciones hechas por la Asociación SOS Montes Torrozos, lo que corresponde al 45 por ciento de la población del término municipal.

«No podemos permitir que se sacrifique la mitad del suelo cultivable del municipio para implantar plantas fotovoltáicas y encima se considere este cambio de uso masivo como un cambio de uso excepcional. Tras 20 años intentando hacer las cosas de otra manera, intentando demostrar que tanto la educación, como la agricultura, ganadería y la gestión del territorio se hagan de una manera sostenible, la Granja Escuela las Cortas se ve amenazada y rodeada precisamente por lo que lleva tanto tiempo luchando contra ello. Y no estamos hablando de las energías renovables en sí, sino de la masificación de las mismas sin tener en cuenta los valores ambientales, culturales y sociales de la zona, solo por el beneficio de grandes corporaciones. Ejemplo de ello es que La Explotación Cortas de Blas produce la mitad de la energía que consume con paneles fotovoltaicos ubicados en el tejado de sus instalaciones» añade Ricardo Miranda.

Solo les queda la esperanza de que las alegaciones y la movilización social que están realizando junto con la Asociación SOS Montes Torozos sirvan para poner algo de cabeza a toda esta nueva forma de colonización del mundo rural.