Se encontraba en la Plaza Mayor de Villabrágima

Las cabinas de teléfonos han desaparecido definitivamente de las calles de Campos y Torozos. La última se desmontó la pasada semana, un habitáculo que aguantaba estoicamente en la Plaza Mayor de Villabrágima.

Fue la ‘resistencia’ de un territorio que llegó a contar con decenas de teléfonos en la vía pública. Buena parte de las personas jóvenes no las han utilizado nunca tras la universalización de los teléfonos móviles.

Por eso, esta última cabina chivarra se convirtió en tablón de anuncios y carteles publicitarios. En cambio, para las personas más mayores de ‘nuestros pueblos’ estos espacios se convirtieron en artilugios que crearon magia para conectarles con sus familiares y amigos.

La primera cabina telefónica en España se instaló en 1928 en la caseta del Viena Park, actualmente denominado como Florida Park, en el parque de El Retiro de Madrid. Se trataba de un aparato que estaba emplazado dentro de un cajetín que se abría para acceder al teléfono.

Este modelo de cabina no era el concepto de que se dio a conocer años más tarde, pero no necesitaba que una operadora estuviera delante del teléfono y controlara la extensión de la llamada. Sin embargo, la primera cabina telefónica que cumplía dicha función se instaló en España en el año 1963.