El Ayuntamiento y el grupo de investigación en Patrimonio Arquitectónico Histórico PARHIS de la UEMC presentan un proyecto de I+D+i en el que colabora la ONCE

El Ayuntamiento de Medina de Rioseco y el grupo de investigación en Patrimonio Arquitectónico Histórico PARHIS de la UEMC presentaron esta mañana en el Palacio Pimentel de la Diputación de Valladolid un proyecto de I+D+i en el que colabora la ONCE.

Ambas instituciones han desarrollado un amplio proyecto tiflológico, que acerca la riqueza de su patrimonio arquitectónico a los visitantes con dificultades visuales. Y es que en muchas ocasiones se da por sentado que el patrimonio está al alcance de todo el mundo. Algo que no siempre es así, ya que existen colectivos que, por sus características, perciben la realidad de una manera diferente. Este es el caso de los ciudadanos con ceguera o con visión reducida, que muchas veces encuentran dificultades a la hora de disfrutar de las iniciativas turísticas.

La Ciudad de los Almirantes es un caso singular. En 2018, recibió el Premio de Accesibilidad Universal Reina Letizia por su proyecto ‘Rioseco no te olvida’, con más de 40 actuaciones. Un galardón que «nos motiva para mantener el trabajo por la inclusión», explica el alcalde riosecano, David Esteban.

Así pues, parte de los fondos que el Ayuntamiento de Rioseco obtuvo del premio se dirigieron a este proyecto, en el que ha formado equipo junto a la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC), de la mano de su grupo de investigación en Patrimonio Arquitectónico Histórico (PARHIS). A través del proyecto Patrimono Accesible Mapas y Modelos Hápticos 3D Aplicados al Patrimonio Arquitectónico, se ha decidido ir un paso más allá creando materiales de referencia en forma de complejos planos táctiles para que quienes tengan deficiencias visuales puedan conocer el municipio y sus edificios más emblemáticos.

Para lograrlo, se ha colaborado activamente con la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) con el fin de construir maquetas para invidentes mediante impresión 3D, en las que se ha tenido como criterio principal su legibilidad y la utilidad específica que deben tener para este colectivo. El proceso ha conllevado test de usabilidad con voluntarios de la ONCE. Esto ha permitido reconocer los medios idóneos para aplicar a las maquetas escalas, texturas y códigos fácilmente interpretables.

La Universidad ha creado modelos virtuales en tres dimensiones de los principales monumentos arquitectónicos, así como del casco urbano, con aplicaciones de Open Source como Blender, Slic3r, MeshLab, y otros programas de creación por ordenador como Cura. De esta manera, «cuando alguien se acerque a Medina de Rioseco podrá contar con mapas de varias dimensiones, algunos más grandes y otros pequeños, y así poder guiarse», comenta David Esteban. Incluso, «los turistas podrán llevárselos consigo durante su recorrido una vez que hayan facilitado una fianza, y devolverlos antes de regresar a sus casas».

En concreto, los mapas abarcan desde el Museo de San Francisco hasta la Dársena del Canal de Castilla. Las maquetas se centran en el casco antiguo, Bien de Interés Cultural, y conectan edificios tan importantes como el museo de San Francisco, la iglesia de Santa María o el Canal de Castilla. A los modelos urbanos se unen otros de mayor escala, en los que los visitantes podrán apreciar las características arquitectónicas de estos monumentos y alguno de sus detalles que, de otro modo, serían inaccesibles y desconocidos. La colección de maquetas incorporan volúmenes, códigos, recorridos urbanos, escritura en braille, y que pueden ser complementadas con otros medios tecnológicos como códigos QR que den acceso a audioguías específicas. En este sentido, el delegado de la ONCE en Castilla y León, Ismael Pérez, subrayó que « tenemos que seguir viendo con las manos y tocando y debe haber elementos necesarios para que una persona pueda imaginarse los distintos elementos arquitectónicos».

La impresión de los volúmenes se ha realizado con PLA, plásticos basado en componentes orgánicos, reciclables y biodegradables, además de ser hipoalergénicos. Dada la utilización sensorial que van a tener los modelos, éste ha sido un criterio fundamental. «Todos ellos son sostenibles, acordes a los Objetivis de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030», recordó el rector de la UEMC, David García.

La colaboración entre el Ayuntamiento y la UEMC comenzó en marzo de 2020 y, aunque se ha visto drásticamente frenada por el proceso de pandemia, especialmente en lo referente a las pruebas sensoriales (es un trabajo que se basa en la posibilidad de tocar maquetas), se ha retomado contemplando todas las medidas de seguridad e implementando consideraciones como la limpieza de los materiales utilizados.

El conjunto de materiales de este proyecto supone un aliciente más para visitar Medina de Rioseco. No solo para aquellas personas a las que están destinados los modelos táctiles, sino para todos aquellos que deseen conocer detalles y particularidades del municipio que no están presentes para los visitantes de a pie. Los modelos creados van a permitir a quienes los conozcan, ya sea mediante los ojos o mediante las manos, interpretar y entender un magnífico núcleo urbano que contiene joyas arquitectónicas singulares. De esa comprensión fructificará un mayor respeto por nuestro patrimonio histórico y, además, por las necesidades de aquellos colectivos que agradecerán los pasos que se den en favor de la integración.