Los establecimientos han reabierto con varias medidas de prevención

Las peluquerías y salones de belleza de Medina de Rioseco retomaron ayer lunes su actividad con numerosas medidas de prevención. Los clientes tienen que haber reservado cita previa de forma obligatoria y ataviados de mascarillas y guantes, y “si no los tuvieran se lo facilitamos nosotros”, explica Fernando Ortega, de las peluquería para caballeros Hermanos Ortega.

Estos espacios han dejado atrás las tradicionales capas y toallas para cambiar a las de un solo uso. Los profesionales de peluquería trabajan ahora con mascarillas, pantallas, guantes y batas desechables, “que nos ha regalado el Ayuntamiento”, explica la gerente de Peluquería Chavoska, Mayte Sánchez. Aunque “no se hace fácil trabajar con estos utensilios, pero espero que con el paso de los días nos podamos acostumbrar”, afirma la responsable de Peluquería Ana, Ana Negueruela.

Medidas que se suman a las distancias de seguridad. En Peluquería Hermanos Ortega “hemos reducido los espacios de trabajo para dos clientes, en lugar de tres, y tratamos de que no haya nadie en la sala de espera”, comenta Javier Ortega.

En el caso de la Peluquería Dos Gregorias, “cuando anunciaron que a partir del 4 de mayo las peluquerías podrían abrir, recibimos infinidad de llamadas de nuestra clientela para pedir cita”, afirma la responsable del negocio, Davinia Arias. “Tenemos las mañanas y las tardes de esta semana completas, y en un horario más amplio de los habitual”. A las espera de que “la semana que vienen puedan incorporarse las compañeras, me he tenido que organizar muy bien”.  Ahora hay que “calcular muy bien los tiempos”, dice Sandra Blanco, una de las gerentes de Blanco Estilistas. “Para cada persona estimamos un tiempo, a lo que sumamos el rato de esterilización del asiento, espacio de trabajo y herramientas”. En esta peluquería, “por dimensiones podríamos atender a más de dos personas a la vez, pero somos prudentes y no queremos atender a más”.

De esta forma, cuando el cliente pida cita deberá ser preciso para así especificar que tratamientos quiere recibir. “Las mujeres demandan sobre todo cortar, porque el color lo han podido arreglar ellas mismas en casa durante las pasadas semanas”, subraya Davinia Arias. En el caso de los hombres, “aunque algunos se han apañado con las maquinillas, la clientela es fiel quería arreglarse el pelo con nosotros”, asevera Javier Ortega.

De cualquier manera, “aún hay miedo y las clientas de avanzada edad aún no quieren venir, y aquellas que semanalmente acudían a peinarse tampoco creo que sean tan asiduas por ahora”, comenta Ana Negueruela.

Por otro lado, las personas mayores de 65 años serán atendidas a primera hora de la jornada, garantizando así una mayor seguridad. Se trata de unas medidas que se tendrán que llevar a cabo hasta que la Covid-19 deje de ser una amenaza.