Recorre en estos días los pueblos de la Archidiócesis de Valladolid

Fotografías: FERNANDO FRADEJAS

La Cruz de Lampedusa, realizada con restos de pateras naufragadas en la costa italiana y símbolo del drama de inmigrantes y refugiados, estuvo presente durante el día de ayer en Medina de Rioseco, tras recorrer toda Italia está peregrinando por nuestro país.

La cruz se pudo visitar en la iglesia en la iglesia de San Pedro de Mártir y salió hasta la Plaza de la Solidaridad, en donde hubo una concentración. Hoy, 10 de octubre, la Cruz de Lampedusa se encuentra en Peñafiel.

Origen de la Cruz de Lampedusa

La cruz debe su nombre a la pequeña isla de Lampedusa situada al sur de Italia, muy cercana a Libia, y que se ha convertido en la principal puerta de entrada a Europa para muchos migrantes. Lampedusa fue el destino del primer viaje apostólico del Papa Francisco quien conmovido por los  dramáticos naufragios que acontecieron ese año, en los que cientos de personas perecieron en sus costas y otros cientos convirtieron la isla en un inmenso campo de refugiados, la visitó el 8 de julio de 2013, a poco más de tres mes del inicio de su pontificado. El pontífice celebró la Santa Misa en un altar construido sobre un cayuco naufragado, teniendo ante sus ojos un mar Mediterráneo camino de convertirse en un cementerio de migrantes. Allí fue donde el Papa denunció por primera vez la ‘globalización de la indiferencia’.

Poco después, el 3 de octubre de ese mismo año, se produjo un nuevo naufragio frente a las costas de Lampedusa en el que fallecieron 360 personas. El Papa clamó de nuevo ante el mundo: “¡Vergüenza! Sólo me viene la palabra vergüenza; es una vergüenza”. En ese contexto el artista Franco Tuccio construyó una cruz con trozos de madera de las embarcaciones que habían naufragado en la isla. En 2014 el Papa la recibió como regalo por la fundación italiana Casa dello Spiritu e delle Arti, entidad que trabaja en Milán con personas que viven en situaciones de grave dificultad social, y al bendecirla  el pontífice pronunció estas palabras: “No podemos seguir viviendo anestesiados ante el dolor ajeno. Lleven a todas partes la cruz de Lampedusa como símbolo, para acercar y no olvidar el drama y la realidad de los inmigrantes…”.

Desde entonces esta fundación puso en marcha la iniciativa ‘Viaje de la Cruz de Lampedusa’, que tiene como objetivo recorrer el mundo  transmitiendo un mensaje de solidaridad y de paz combatiendo lo que el papa Francisco llama la globalización de la indiferencia, el olvido de la situación de los refugiados que sufren en sus lugares de origen. La cruz mide 2.8 metros de largo y 1.5 metros de ancho y posee un color azulado símbolo del dolor y la esperanza de la humanidad.