No se personó en los juzgados portugueses para ingresar en prisión

Tras cinco años agónicos de procesos judiciales todavía no se ha hecho justicia por la muerte de Jesús Negro de Paz. Condenado el camionero portugués a dos años y cuatro meses de prisión por el juzgado de lo penal número 3.

Tras este juicio donde el otro ciclista atropellado deja el proceso después de recibir las indemnizaciones y mejoras laborales que pedía se retira, dando un abrazo al homicida del malogrado Jesús Negro. La defensa del homicida recurre la sentencia y sorprendentemente el juez Miguel Ángel M. M. la modifica e impone una multa de 1.080 euros. Alega que el reo no ingrese en prisión porque se dan tres supuestos: percibe en el homicida arrepentimiento, André D.C. dice que ha querido reparar el daño causado y tiene una hija de 17 años a la que pasa una manutención de 100 euros, que vive con la madre pues él está separado.

La familia de Jesús Negro, indignada, recurre la sentencia a la Audiencia Provincial quien tumba los tres argumentos del juez Miguel Ángel M.M: difícilmente puede estar arrepentido el camionero cuando no reconoció ser el responsable de los hechos, durante el juicio mintió y echó la culpa del accidente a los ciclistas. Además, no puede reparar el daño de una muerte, las indemnizaciones las pagó la asegurada y dilató hasta el infinito el proceso judicial alargando la agonía de la familia, a la que solo pidió perdón en la sala. La familia lo valora como un acto favorable para rebajar su condena. Y finalmente, la manutención de su hija se puede pagar con el desempleo que le queda cuando ingrese en prisión.

Acabado el proceso judicial el condenado quema su último cartucho y pide el indulto al Gobierno. Por una parte, el juez de lo penal número tres redacta un informe minucioso para que le concedan el indulto y la abogada de la defensa se centra en el abrazo y un artículo periódico del otro ciclista donde habla del perdón. Al otro lado el abogado de la familia, un informe de la Audiencia Provincial y una fiscalía que pasa de puntillas con un informe de línea y media donde dice que apoya el ingreso en prisión. El Consejo de Ministros le deniega el indulto y pide que ingrese en prisión.

El juez Miguel Ángel M.M requiere su presencia en los juzgados portugueses para que ingrese en prisión y el condenado no se persona. El juez dicta busca y captura, hace dos meses, y «seguimos sin saber de su paradero», señala a familia de Jesús Negro de Paz.

«Nos hacemos tres preguntas al juez que valoramos su trabajo como una gran chapuza donde se nos ha alargado nuestra agonía y sufrimiento en un proceso eterno de 5 años. ¿Cree en el arrepentimiento del camionero cuando se ha tenido que decretar busca y captura?, ¿cree en que el condenado quería reparar el daño que ha causado llevando dos meses desaparecido?, y ¿cree que está pasando la manutención de su hija que vive con la madre? No es necesario que me conteste el juez ni seré yo quien conteste, sino el tiempo, los hechos y la verdad ya han contestado, no», asevera el Goyo Negro, hermano de Jesús.