El vecino de Medina de Rioseco Artemio Domínguez es el nuevo presidente de la AECC Valladolid

La Asociación Española Contra el Cáncer en Valladolid constituyó ayer jueves, 14 de mayo, su nueva junta de gobierno. El vecino de Medina de Rioseco Artemio Domínguez González ha sido elegido nuevo presidente, a propuesta del consejo nacional de la entidad. Sustituye a Francisco Javier Arroyo García, quien culmina ocho años de gestión en la presidencia y desde ahora ocupa el puesto de vicepresidente.

Artemio Domínguez González, quien hasta ahora era vicepresidente en la sede de Valladolid, agradece la confianza depositada en él por parte del resto de los órganos de gobierno. Reconoce que en estos “difíciles momentos” para la sociedad, debido al estado de alarma y el confinamiento, “vivimos un tiempo cargado de incertidumbres, donde el futuro es incierto”. En este sentido, no le cabe duda de que el cáncer “sigue y seguirá siendo uno de los problemas sociosanitarios más importantes”.

“La AECC ha trabajado muy bien hasta este momento, y continuará haciéndolo, pero en un escenario diferente”, explica Artemio Domínguez en una entrevista para el número de junio de La mar de campos . A partir de ahora “las personas cambiarán sus costumbres porque existe una incertidumbre respecto al futuro”. El covid-19 “pasará, pero el cáncer seguirá con nosotros”. Asimismo, “no serán pocos aquellos que padezcan esta enfermedad, pero con mayores dificultades porque habrá un importante efecto socioeconómico”. Pero nuestra “asociación estará al pie del cañón para ayudar a todas aquellas personas que lo necesiten”.

Domínguez destaca la labor y aportación de todos los actores que conforman la AECC, desde los profesionales, el voluntariado hasta los socios. Y asegura que la entidad “está preparada para aliviar y evitar, en la medida de lo posible, el sufrimiento de las personas con cáncer y el de sus familiares”. Al mismo tiempo agradece su inestimable labor a Carmen García Ortega, Ana Blanco Quirós, Pilar Fernández Valderrama y Fausto Camarero Martín, miembros del anterior consejo, y cuya colaboración no cesa. También da las gracias a los órganos de gobierno que continúan, encabezados por Francisco Javier Arroyo García, y a las personas que se incorporan. “Entre todos, tenemos que conseguir devolver a la sociedad los medios que pone en nuestras manos para luchar contra el cáncer”, agrega. “Es necesario que sigamos trabajando juntos, tal y como hasta ahora se ha hecho en esta sede provincial y estoy seguro de que lo conseguiremos”, concluye el nuevo presidente.

Por su parte, Francisco Javier Arroyo García, confiesa que no le gusta el término despedida porque “tiene demasiadas connotaciones de distancia o alejamiento y no es lo que quiero decir, ni lo que yo siento”. Arroyo agradece la oportunidad de conocer “la realidad social del cáncer y del sufrimiento que supone la enfermedad a las familias que lo padecen”. “He aprendido mucho al convivir con un equipo excepcional de profesionales al que admiro y con una ciudad, Valladolid, que ha demostrado, y continúa haciéndolo, una solidaridad y generosidad desbordantes”, añade. Y no se olvida de trasladar su “infinita gratitud y afecto a todas las personas que hacen posible que la AECC continúe con su misión y compromiso de hacer la vida un poco más llevadera a las personas con cáncer y a sus familiares”.

Tras ser constituido y aprobado en junta, el nuevo consejo provincial de la AECC en Valladolid está formado por los siguientes miembros: Presidente: Artemio Domínguez González Vicepresidente: Francisco Javier Arroyo García Vicepresidente: José Rebollo Fernández Secretario: Ángel Abengochea Jiménez-Alfaro Tesorero: Juan Hernández Blanco Vicetesorero: José María Crespo Seco Vocal: Araceli Del Villar Negro Vocal: Armando Reinoso Soto Vocal: Francisca Aranda Parada Vocal: María Teresa Castro Del Puerto Vocal: Marina García Villamar.

Esta actualización, se suma a la apertura a principios de año del nuevo Espacio AECC Activo de Valladolid, situado en la calle Claudio Moyano, 26-bajo. Una comunidad que acompaña a las personas, donde se comparten y generan experiencias comunes, y que integra a la sociedad en general, fundamental para la normalización y desestigmatización de la enfermedad.