Un informe revela que los accesos a Medina de Rioseco y Tordehumos cuentan con cuatro puntos de ‘riesgo alto’ por este motivo
El alcohol y las drogas son dos de los factores que más accidentes mortales provocan en las carreteras españolas, con algunos puntos en concreto como los más peligrosos porque registran más siniestros por este motivo.
Un estudio elaborado por RiskMent, financiado por por la Dirección General de Tráfico (DGT) y que adelantó el diario El País este mes revela que el territorio de cobertura informativa de La mar de campos cuenta con un total de seis tramos de siniestralidad por alcohol y drogas.
El estudio indica que existen cuatro puntos en rojo (riesgo alto). Dos de ellos se ubican en Medina de Rioseco; uno en la VA-913, a la altura de la Calle Ancha en dirección a Villanueva de San Mancio; y el otro, en el acceso a la localidad, en la VP-5504. Los otros dos, están en la VA-524, en las entradas a Tordehumos desde Villafrechós y el pequeño tramo que conecta desde la carretera de Medina de Rioseco a Toro.
El estudio indica que hay dos puntos en color amarillo (riesgo medio). Uno de ellos se sitúa en la VA-524, a la salida de Villafrechos y durante los primeros kilómetros del tramo hasta Villamuriel de Campos. El otro, está en la A-6 entre Villardefrades y Villalpando, antes de llegar al desvío hasta Cotanes del Monte y Pozuelo de la Orden.
El estudio, que adelanta El País, tiene en cuenta dos decenas de variables para predecir con algoritmos de estimación los lugares donde es más probable que estas sustancias afecten a la siniestralidad.
El análisis identifica más de 3.200 tramos en vías interurbanas dentro de tres categorías, de más a menos peligroso. El mapa incluye solo los 760 más peligrosos, los de riesgo “medio” y “alto” en todas las autonomías excepto Cataluña y el País Vasco, cuyos datos de siniestralidad no gestiona la DGT porque las competencias en esta materia están cedidas a esas comunidades. Las variables que se han tenido en cuenta van desde factores ambientales (distintos tipos de locales de ocio), de entorno (longitud del tramo y patrones de accidentes) y personales, vinculados con los perfiles de ocupantes de vehículos que han tenido accidentes. Un dato avala la relevancia del estudio: en España, un 45% de los conductores fallecidos dio positivo en consumo de alcohol, drogas o psicofármacos, según los últimos datos de la DGT relativos a 2019. Más del 80% de los positivos tenía una tasa superior a 1,20 gramos por litro de sangre, lo que supone una intoxicación severa.
