La Junta de Castilla y León, a través del Acuerdo 11/2020, de 28 de octubre, del Presidente de la Junta de Castilla y León, anunció que un plazo no superior a 10 días publicaría un nuevo Plan de Medidas de Prevención y Control para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19 en nuestra Comunidad Autónoma.

Como ya se hizo en los Acuerdos 46/2020, de 20 de agosto, y 64/2020, de 8 de octubre, la actividad físico-deportiva se verá afectada como cualquier otro sector o actividad económica. Por ello, COLEF Castilla y León ha enviado un escrito tanto a la Dirección General de Deportes, como a la Consejera de Sanidad y a la Dirección General de Salud Pública en la que se exponen diversos motivos para que no se vea afectada de forma drástica.

Tal y como se comunicó por parte del Ministerio de Sanidad a través del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias en su Informe Nº. 230 de 16 de octubre sobre la enfermedad del coronavirus (COVID-19), los brotes y los casos surgidos por la práctica de actividad deportiva se reducen a un 0,28% y a un 0,22%, respectivamente.

A nivel de la Unión Europea, la organización Europe Active ha realizado la misma investigación a través de su estudio ‘SafeActive‘ en el que se analizaron hasta 62 millones de visitas a centros deportivos de 14 países entre los que se encuentra España, aportando como resultado que la tasa media de infección es solo del 0,78% de cada 100.000 visitas.

Estas cifras nos permiten hablar de un sector comprometido con la prevención de la enfermedad COVID-19, cuestión que fundamentalmente se debe a la profesionalidad de los educadores físicos que se encargan no solo de las sesiones de entrenamiento personal o de preparación física, sino de la gestión de sus instalaciones, basándose en el cumplimiento de las normas de higiene, distanciamiento y ventilación establecidas como parte del compromiso con la salud y seguridad de sus usuarios, ahora más que nunca.

COLEF Castilla y León ha solicitado que los centros deportivos de estos profesionales no se cierren tal y como se hizo en el confinamiento domiciliario de los meses de marzo a junio, sino que se consideren como establecimientos que pudieran mantenerse abiertos en los casos que se determinen, especialmente los relacionados con la salud de las personas.

Las últimas investigaciones científicas que aportan evidencia de que la actividad físico-deportiva contribuye a la salud y al bienestar de las personas concluyen, en el caso de la enfermedad COVID-19, que una capacidad física alta contribuye a un menor riesgo de hospitalización por esta enfermedad [1] indicando que la infección por SARS-CoV-2 se asocia de forma independiente e inversa con la probabilidad de hospitalización.

Para conseguir un estado óptimo de condición física es fundamental que la actividad físico-deportiva sea supervisada por los educadores físicos a los que representa COLEF Castilla y León y alega que, en la mayoría de los casos, son pautados por médicos que consideran necesario que las personas realicen los ejercicios pautados.

COLEF Castilla y León, además, se vuelve a ofrecer a la Consejería de Sanidad para ayudar profesionalmente contra esta enfermedad a la que nos enfrentamos en estos meses como agentes de la salud que son los educadores físicos, tal y como se reconoció desde el Ministerio de Sanidad en octubre del año 2019 [2].