David Esteban comentó la posibilidad de revivir una parte de la contienda en un futuro próximo

La Batalla de ‘El Moclín’ en Medina de Rioseco fue la primera de envergadura que abrió la Guerra de Independencia contra Napoleón (1808–1814). Las tropas españolas al mando de los generales Cuesta y Blake, sufrieron una importante derrota, que los franceses consideraron como un gran triunfo para sus intereses, de tal forma que aparece nombrada en el Arco de Triunfo de Paris al lado de sus más grandes victorias militares.

Tras la celebración del Bicentenario, el Ayuntamiento de Medina de Rioseco quiere seguir manteniendo vivo el recuerdo del acontecimiento histórico y hacer público homenaje a todos aquellos que dieron su vida en aquellas trágicas horas para la historia de España, y de las que ahora se cumplen el 211 aniversario. Así pues, el pasado 14 de julio la ciudad conmemoró aquel acontecimiento histórico con una ofrenda floral en la escultura en homenaje a los caídos en la batalla, del escultor riosecano, Aurelio Rodríguez-Vicente Carretero, y que se inauguro en 1908, con motivo del I Centenario de la batalla. En ese entorno se encuentra también una obra en bronce que representa el croquis del desarrollo de la batalla del también escultor riosecano Ángel Martín.

El párroco de Santa María y Santiago, Juan Carlos Fraile, dirigió el acto, que contó con la participación del alcalde de Medina de Rioseco, David Esteban, que señaló que este acto sirve “para reivindicar la paz a través de este episodio negro en la historia de la ciudad”. Además de mantener vivo el recuerdo de las personas fallecidas aquel día, el acto también es de gran valor para “reivindicar cuánto hemos evolucionado como sociedad”. De hecho, “nuestra ciudad está hermanada con la francesa de Gordeville”.  

Asimismo, David Esteban comentó la posibilidad de “recrear en un futuro alguna parte de la batalla”.  Un proyecto que podría vincularse al programa de cooperación transfronterizo ‘Napoctecp’, que impulsa la Junta de Castilla y León con el objetico de poner en valor el patrimonio cultural de la época napoleónica, generando un producto turístico diferenciado, de calidad y sostenible que sea atractivo y que permita generar actividad económica y empleo en los territorios implicados en el proyecto.